por Jorge Altamira
En el programa de Chiche Geblung en radio Mitre, el presidente de GM Argentina desmintió, el lunes pasado, las afirmaciones efectuadas por los candidatos del Partido Obrero de que los préstamos recibidos de parte de la ANSeS fueran un rescate a esa compañía.
Ratificamos nuestra denuncia. A pesar de la pretendida autonomía patrimonial que reivindica el presidente de la filial argentina de GM, en Europa se está discutiendo su venta a Fiat (junto con la filial brasileña) para aportar al rescate de GM Detroit, que está sometida a un proceso de bancarrota, como ya ocurre con la venta de Opel de Alemania. Es esta la razón por la que la filial en nuestro país no recibe aportes para invertir y debe recurrir a la ANSeS. Los jubilados están socorriendo a un pulpo internacional que tiene un desbalance patrimonial de 90 mil millones de dólares. Este ! rescate es coherente con lo que ocurre en todo el mundo, donde los Estados salen al socorro de las filiales de los grupos extranjeros instalados en sus países. A la crisis capitalista la están pagando los contribuyentes y los trabajadores.
En oposición a estas operaciones confiscatorias, el Partido Obrero plantea la prohibición de despidos y suspensiones y de reducción de horarios laborales y salarios, y reclama la nacionalización de toda empresa que cierre. Si los capitalistas no son capaces de cumplir la función que tienen en esta sociedad, de invertir en el proceso económico, deben ser reemplazados por los poderes públicos, bajo el control de los trabajadores
Ratificamos nuestra denuncia. A pesar de la pretendida autonomía patrimonial que reivindica el presidente de la filial argentina de GM, en Europa se está discutiendo su venta a Fiat (junto con la filial brasileña) para aportar al rescate de GM Detroit, que está sometida a un proceso de bancarrota, como ya ocurre con la venta de Opel de Alemania. Es esta la razón por la que la filial en nuestro país no recibe aportes para invertir y debe recurrir a la ANSeS. Los jubilados están socorriendo a un pulpo internacional que tiene un desbalance patrimonial de 90 mil millones de dólares. Este ! rescate es coherente con lo que ocurre en todo el mundo, donde los Estados salen al socorro de las filiales de los grupos extranjeros instalados en sus países. A la crisis capitalista la están pagando los contribuyentes y los trabajadores.
En oposición a estas operaciones confiscatorias, el Partido Obrero plantea la prohibición de despidos y suspensiones y de reducción de horarios laborales y salarios, y reclama la nacionalización de toda empresa que cierre. Si los capitalistas no son capaces de cumplir la función que tienen en esta sociedad, de invertir en el proceso económico, deben ser reemplazados por los poderes públicos, bajo el control de los trabajadores
0 comentarios:
Publicar un comentario